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Trucos para no ponerte nervioso el día del examen

Ponerse nervioso en un examen puede ser un auténtico problema, porque puede hacer que un temario que te sabías perfectamente quede oculto en alguna parte de tu cerebro a la que es imposible acceder. Precisamente, por ese nerviosismo. Por ello, hoy, te contamos trucos para no ponerte nervioso el día del examen.

Lee bien todo el examen antes de empezar

La primera clave para no ponerte nervioso es que leas bien todo el examen. Si al repartírtelo estás tan nervioso que no te ha quedado claro lo que has leído una primera vez, reléelo por segunda vez. No pasa nada. No sientas que estás perdiendo el tiempo.

Es importante que lo primero que hagas sea entender bien lo que tienes delante y a lo que vas a tener que contestar. Leer todo el examen sin contestar, sólo para saber de qué tratan las preguntas, te dará una imagen global del examen y te servirá para saber cómo debes enfocarlo.

Céntrate en lo que sabes y empieza por ahí

Si durante esta lectura ves preguntas sobre temas que no tienes muy preparados, no te preocupes. Céntrate en los que sí tienes preparados. Un truco que funciona muy bien es contar cuántos puntos vas a obtener de aquellas preguntas que sabes que vas a poder responder bien.

Así, quizá, haya 3 preguntas que no sabes contestar del todo bien, pero las otras 7 las tienes claras. Así pues, tendrás un 7 como mínimo y quizá puedas rascar algún otro punto de las otras 3. Sabiendo esto, enfocarás de forma más cómoda el examen y no estarás nervioso.

Consulta las dudas que tengas

Por supuesto, cualquier duda que tengas sobre cualquiera de las preguntas que se hacen en el examen debes consultarla. No te preocupes por parecer pesado o tonto. Eso es lo de menos. Lo importante es que antes de ponerte a escribir lo tengas todo bien claro.

Quizá con este proceso y el anterior hayas perdido cinco minutos de examen. O incluso diez. Puede parecerte que juega en tu contra. Pero nada más lejos de la realidad. Los demás compañeros, si no hacen esto, van a encontrarse las sorpresas, las cosas difíciles y las cosas sobre las que tienen dudas por el camino.

En cambio, tú, resolverás todo eso en un primer momento y, de ahí en adelante, tendrás todo el tiempo del mundo para contestar. Es una forma mucho más inteligente de enfocar un examen.

Como puedes ver, con estos trucos para no ponerte nervioso el día del examen podrás mejorar tus notas de una forma simple y cómoda. Al fin y al cabo, los nervios son algo que se pueden controlar si se tienen buenas técnicas para ello. Y, con los nervios controlados, tus exámenes saldrán mejor.

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